El sonido
de la sierra
atraviesa
la puerta:
hombres
colgados como arañas
le dan
forma
a un
edificio cada vez más complejo.
Veo este
mínimo espacio reducido
quietos los
libros,
el sillón,
elijo
con dedicación
qué ver.
Puede que
nada
más que la
costumbre
tenga
sentido
en este
conjunto
de
movimientos
dominados
por la
ceguera.
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